martes, 25 de agosto de 2015

Entrenando la mente

La primera competición a la que debe enfrentarse cualquier deportista no está en la pista, ni en las marcas, ni siquiera entre sus rivales: está dentro de su propia cabeza. La mente es un factor crucial para un deportista, hasta el punto de que si ésta no se trabaja y entrena bien puede dar al traste con el rendimiento deportivo en cualquier competición. El aspecto psicológico en el deporte influye tanto como la preparación física o las cualidades deportivas del atleta a la hora de conseguir objetivos; veamos cómo puede trabajarse y fortalecerse este factor mental que tan importante resulta para competir. 



Contra el bloqueo mental

Si un deportista se siente presionado ante una competición puede sufrir un bloqueo mental que le impida rendir al cien por cien. Dicho bloqueo se traduce en agarrotamientos musculares, problemas de respiración, estrés mental, cansancio físico y más anomalías que provocan que el deportista no esté cómodo y no funcione bien en la competición. Este tipo de situaciones, puramente psicológicas, se dan cuando el atleta afronta la competición sin haber trabajado lo suficiente el aspecto mental. Cada deportista trabaja la psicología de forma diferente, pues no hay una receta estándar para entrenarla; sin embargo sí que hay una serie de factores sobre los que se puede incidir para que la mentalidad se fortalezca día a día. Veamos algunos de ellos.



Controlar los pensamientos

Si se compite fomentando pensamientos positivos y conducidos hacia el éxito la confianza del deportista se verá siempre reforzada. Nosotros somos los dueños de nuestra mente y si nuestros pensamientos son pesimistas y apuntan a una mala dirección es porque sólo nosotros lo estamos provocando. Esto es lo que puede evitarse, pero ¿cómo? Identificando motivos que tenemos para creer en nosotros mismos, escribiéndolos si es necesario y potenciando que estén presentes en nuestro pensamiento durante los entrenamientos y la competición.

Alimentar objetivos

Los objetivos son importantes para un deportista, ya que ayudan a motivarse y superarse. Planificar entrenamientos con retos y objetivos ayudará a que crezcamos competitivamente y nos sintamos más fuertes día a día.



Vivir el momento en cada prueba

Muchas veces cuando un deportista se dispersa mentalmente y no se concentra en la competición acaba fomentando pensamientos externos negativos que le lastran deportivamente. Es fácil entonces pensar en el cansancio, en las dificultades de la prueba o en que uno no se siente preparado para competir. Este tipo de pensamientos pueden evitarse si nos concentramos en la carrera que estamos haciendo y pensamos en todo lo que sucede a cada metro que ganamos: nuestra respiración, nuestras pisadas o el paisaje que vamos dejando atrás. Este tipo de pensamientos ayudarán a que estemos más metidos en la prueba y a que nos sintamos cada vez más fuertes.



Disfrutar de las dificultades

Saber disfrutar de las dificultades de una prueba ayudará a fortalecernos y ser capaces de terminarla. Si durante una carrera exigente pensamos en que el esfuerzo tan duro que estamos haciendo tendrá una recompensa estaremos dando un paso importante para creer cada vez más en nuestras capacidades. Conducir el pensamiento por este camino es fortalecernos mental y deportivamente.

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